1. Utiliza un cepillo de madera o una esponja para limpiar la gorra. Lo más importante es que remuevas el exceso de suciedad antes de mojarla. No olvides cepillar por dentro y por fuera.
2. Después humedece un poco tu gorra. Para no excederte, hazlo con tu mano o un spray.
3. Llenar un cubo con agua más fría y añadir una cucharadita de un jabón neutro o detergente líquido para que sea más fácil remover las marcas de suciedad.
4. Cepilla las zonas más sucias o afectadas. Hazlo suavemente y en círculos usando un cepillo de dientes o la esponja. No olvides el interior.
5. Retira el exceso jabonoso con tu mano y un poco de agua para no deformar la gorra.
6. Deja secar tu gorra sobre una superficie plana (sin colgarla y que esté a la sombra).
7. Mete una toalla (bien apretada) bajo la corona mientras dejas secar tu gorra. Así evitarás que se hagan arrugas.
8. ¡Listo!
recomendación
Evita a toda costa meter tu gorra a la lavadora, secadora o máquina lavatrastes, ya que esto puede ocasionar que se maltrate o incluso pierda la forma.
Igualmente, evita usar cloro porque solo las manchará o hará que pierdan su color original.